jueves, 25 de abril de 2019


DE RUTA POR LOS PARQUES ARQUEOLÓGICOS DE CASTILLA LA MANCHA

Por Mercedes Laín García

Una  ruta por los Parques Arqueológicos de Castilla La Mancha puede ser una estupenda opción para pasar unas vacaciones y aprender cosas nuevas, entre ellas conocer un poco más este territorio y su historia.

Los Parques Arqueológicos son restos materiales de nuestro pasado que han llegado a nosotros en unas condiciones excepcionales. En el caso de Castilla La Mancha existe un Parque Arqueológico por cada provincia de esta región. Cada uno de ellos ha sido seleccionado por presentar una singularidad que le hace ser merecedor de esta condición. La titularidad es de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, que es quién los gestiona y mantiene. Dotados de  centros de interpretación, en ellos se realizan diversas actividades como visitas guiadas, funciones teatrales o talleres que hacen las delicias de pequeños y grandes. Para mayor información recomendamos visitar la Web http://cultura.castillalamancha.es.

La ruta por los Parques Arqueológicos de Castilla La Mancha  comienza a las 10 de la mañana. Salimos desde Madrid por la AP-41 con dirección a Serranillos del Valle. Una vez que dejamos la Comunidad de Madrid, a escasos kilòmetros, nos encontramos cerca del primer yacimiento que vamos a visitar, Carranque, en la provincia de Toledo.


Carranque fue declarado Parque Arqueológico por el Decreto 58/2003. Es una villa romana que conserva un edificio palacial, un mausoleo, para el dueño y su familia,  el torcularium, donde se elaboraba vino y aceite y la llamada Casa de Materno. Esta última conserva los restos de mosaicos que son uno de los principales atractivos del yacimiento. Carranque es uno de los conjuntos monumentales más importantes que se conservan de la Hispania romana. Sus restos se fechan a finales del siglo IV d. C y destacan por ser los únicos que se relacionan con el Emperador Teodosio I el Grande.



Desde Carranque seguimos dirección a Illescas donde paramos a comer. Terminamos la jornada en Toledo, paseando por sus calles y viendo sus monumentos, para al día siguiente partir hacia Ciudad Real por la carretera N-401. Unos 155 kilómetros nos separan del nuevo destino, el Parque Arqueológico de Alarcos-Calatrava la Vieja.

El Parque Arqueológico de Alarcos-Calatrava la Vieja, se trata en realidad de dos yacimientos. Uno se encuentra ubicado en  el cerro de Alarcos, cerca de la localidad de Poblete y del rio Guadiana, a escasos 8 km de la capital y el otro en Carrión de Calatrava, a unos 17 km de Ciudad Real. Ambos fueron declarados Parque Arqueológico según Decreto 95/2003. Alarcos abarca cronológicamente desde la Edad del Bronce, pasando por el mundo ibérico y el medieval mientras que el yacimiento de Calatrava la Vieja se circunscribe prácticamente a la Edad Media, destacando por ser una de las ciudades medievales mejor conservadas. Entre sus restos destacan estructuras tan importantes como el foso, la muralla, las torres pentagonales, una puerta acodada,  varias corachas y albarranas,  una iglesia de origen templario…etc.


Al día siguiente partimos hacia Hellín, Albacete, donde se encuentra nuestro próximo destino, el Tolmo de Minateda. El trayecto es de unos 200 km pasando por Manzanares y La Roda hasta la localidad de Albacete,  para después continuar unos 65 km más por la A30.

El Tolmo de Minateda es un yacimiento que culturalmente abarca desde la Edad de Bronce hasta el siglo X d. C.. Fue declarado Parque Arqueológico por el Decreto 81/2012. Destacar su Almazara ibero-romana, la muralla romana, la basílica visigoda y su barrio islámico. Desde el Tolmo de Minateda, situado en un cerro amesetado, podemos ver todo lo que pasa a través de la calzada que se encuentra en el valle. Esta es la gran ventaja que ofrece su magnifica ubicación.


Volvemos a Albacete donde pasamos el resto de la jornada. Al día siguiente iniciamos rumbo al yacimiento de Segóbriga, ubicado en el cerro de Cabeza de Griego, en Saélices, Cuenca. Dos horas de viaje por la E-901 nos espera. Desde la Roda seguimos hacia el Parque Natural de la Serranía de Cuenca, donde nos recrearemos con un estupendo  paseo por la naturaleza.

Llegados a Cabeza de Griego visitamos Segóbriga el cual fue declarado Parque Arqueológico según Decreto 99/2002. Segóbriga nos permite conocer como fue el desarrollo social y urbanístico de época romana en la submeseta sur. Este yacimiento destaca no solo por tener teatro, anfiteatro, termas, basílica, templos y mercados, sino también por la explotación de las minas de Lapis Specularis. El Lapis Speculares es una piedra de yeso cristalizado transparente que deja pasar la luz. Los romanos la usaban para cubrir suelos y especialmente ventanas. 




Dormimos en Tarancón, donde pasamos la noche, después de asistir a una representación en el teatro romano de Segóbriga. Al día siguiente seguimos ruta para visitar las minas de Lapis Specularis cerca de la localidad de Huete y de ahí hacia Zorita de los Canes, Guadalajara, donde se encuentra nuestra próxima parada, Recópolis. Ya solo nos restan unos 55 minutos de viaje.

Recópolis es un yacimiento que abarca desde el siglo VI al XVI d. C. Fue declarado Parque Arqueológico por el Decreto 280/2004. Destacan su palacio e iglesia palatina y los talleres artesanales. Fue fundada por el rey visigodo Leovigildo en honor a su hijo Recaredo. Recópolis nos permite apreciar cómo vivió la sociedad visigoda, andalusí y cristiana de la época.

Finalizamos la ruta por los Parques Arqueológicos de Castilla La Mancha de nuevo en Madrid. En tan solo 4 noches hemos visto lo más significativo de su Patrimonio Arqueológico, pero también hemos apreciado su cultura, su naturaleza y su gastronomía, pues hemos paseado por las calles de algunas de sus capitales (Toledo, Ciudad Real, Albacete), hemos asistido a una obra en un auténtico teatro romano, bajado a una mina de Lapis Specularis, paseado por un Parque Natural, saboreado la gastronomía manchega… . Con esta ruta tan completa  llegamos a conocer un poco más Castilla La Mancha y poder darle así la importancia que merece, pues no se puede valorar y proteger aquello que no se conoce.



martes, 2 de abril de 2019




DÉJATE GUIAR

por Rosa María Palomares


¿Alguna vez has sentido la necesidad de huir a algún lugar buscando paz y tranquilad y poder escapar  del estrés y la rutina del día a día?  ¿Has pensado alguna vez en un sitio donde puedas llenar tus pulmones de aire limpio mientras observas unas vistas espectaculares que te hagan vibrar? Yo me sé uno y me gustaría compartirlo contigo.  ¿Te vienes? Yo te llevo.

Prepara en tu mochila un par de bocadillos, unos frutos secos y agua. No te olvides del plátano que atenuará las temidas agujetas y después de la larga caminata que te propongo, tu cuerpo te lo agradecerá. Ponte ropa cómoda y unas buenas botas que se agarren al suelo, pasaremos por sitios donde nos podemos escurrir y queremos evitar caídas. Yo me encargo de las fotos. ¿Todo listo? Pues cojamos el coche dirección Valencia.

Desde Ciudad Real, cogeremos la autovía A43 y no la vamos a abandonar hasta que se una a la A3. Seguiremos por tierras conquenses, a veces pasaremos por la provincia de Albacete para volver a Cuenca y pasar incluso a otra comunidad, a la valenciana.  El camino es largo; son unas 3 horas, pero cuando veas donde te llevo, habrá merecido la pena. Déjate guiar.

En Utiel, cogeremos la salida 278, hacia Teruel. Sí, esta capital existe y aparece en los carteles, no son imaginaciones tuyas. Estamos muy cerca de la ciudad pero allí no te quiero llevar hoy, aunque  te recomiendo que la visites. Te sorprenderá.

Estamos llegando. Es el último empujón. La carretera transcurre por viñedos. Tierras de vinos es ésta.  Te aconsejo uno si quieres que tus comensales salgan contentos o quieres tener un detalle con alguien. Se llama Alto Landó, un caldo que conquista hasta el paladar más escéptico. 

No te asustes si ves que estás en la provincia de Valencia. Estamos justo en el límite de las dos comunidades y la ruta que vamos a hacer la comparten ambas provincias.

Pasaremos por los pueblos de Sinarcas y Casillas de Ranera. Habrá una recta muy larga que invita a acelerar el coche, pero no lo vamos a hacer porque al final de la recta, está nuestra primera parada. Sí, ya hemos llegado. Y ahora empieza nuestra ruta a pie. ¡Vamos, debemos desperezar al cuerpo después del largo camino en coche!

Aparcaremos y andaremos unos 300 metros. No te voy a decir lo que vamos a ver, quiero ver tu reacción cuando veas La Olla, comúnmente llamada la plaza de toros. Aquí está.  
Una maravillosa formación geológica de arena roja moldeada por el agua y el aire de la serranía. Sus formas son tan llamativas que seguro que te han dejado con la boca abierta. Daremos una vuelta a su alrededor, incluso, y con mucho cuidado porque el material es inestable, podemos bajar abajo y ver la Olla desde su interior. Nos sentiremos muy pequeños al lado de esas paredes verticales.

Seguro que ya vas sintiendo la paz que buscabas. No hay ruidos, estamos en mitad de un bosque de robles, alcornoques y pinos. Solo se escuchan los pájaros y algún coche porque estamos cerca de la carretera. Pero no te preocupes, te he prometido paz y tranquilidad y la tendrás.

Volvemos a coger el coche y seguimos nuestra carretera dirección Talayuelas. Pero a unos 2,7 kilómetros antes de llegar al pueblo hay un camino hacia la derecha. Lo tomaremos. Seguiremos hasta la bifurcación. Dos caminos aparecen. ¿Cuál elegir?

¿Por qué elegir? ¡Haremos los dos! Dejamos el coche en un lugar donde no estorbe y nos iremos por el de la derecha hacia el merendero de la Olla y su vistoso mirador al barranco del rio Rojo. No nos quedaremos solo observándolo, lo bajaremos. Hay dos formas para bajar: o bien bajarlo por su via ferrata y necesitaremos cuerdas o bien dando un pequeño rodeo por detrás del merendero. Haremos la segunda opción. Hay una pequeña senda que nos lleva a una pared vertical de unos 20 metros de alto. Giraremos a la derecha y ya entramos en el barranco. Cuidado con las piedras, son muy lisas y si ha llovido puede ser peligro andar por ellas. Por eso la importancia de llevar un buen calzado. Si miramos hacia arriba, se ve la barandilla del merendero.

Podemos seguir el curso del río hacia adentro del barranco. Hay muchas pozas. Sus aguas son cristalinas y al verse el fondo parecen que no son profundas. Pero que no te engañen, lo son. Observa las paredes verticales y cómo los árboles crecen en ellas. Siéntate en una piedra y solo escucha el sonido del agua. ¿Sientes como el estrés desaparece? Podemos pasar el tiempo que queramos en este lugar, incluso tomar un primer almuerzo. Lo vamos a necesitar. Ahora comienza la parte más dura de la ruta, collados y cerros nos esperan.

Volviendo por nuestros pasos, saldremos de nuevo al merendero de la Olla y esta vez nos dirigiremos por el camino rural de la izquierda. Es mucho más seco que el anterior, flanqueado por pinos.  El primer kilómetro puede parecer algo monótono. Pero poco a poco vas  a ver como la vegetación se hace más frondosa y de repente entras en un claro y la ves. Multicolor: azul, verde, rosa, lila. Es la laguna de Talayuelas. Está permanente aunque debido a su poca profundidad, el nivel del agua se ve alterado en las diferentes épocas. Se alimenta de aguas subterráneas y de la lluvia. Tiene una gran importancia gracias a su diversidad biológica. Diferentes tipos de flora y fauna se pueden ver aquí. Hay un animal muy curioso que vive aquí: los gallipatos. ¿Qué son? Te estarás preguntando. Son una especie de tritones con la cola aplanada lateralmente. Intentaremos ver algunos.

No bordearemos la laguna, lo haremos al volver. Si miramos hacia adelante veremos un cerro. Se llama Castellar de lo Jorque. Coronándolo hay una caseta de vigilancia forestal. Ese es nuestro destino.

Seguiremos el camino y pasaremos por el collado del Hornillo y empezaremos a subir. Subiremos despacio, haciendo pequeñas paradas para observar todo a nuestro alrededor. Los últimos 200 metros son los más duros porque la cuesta se hace mucho más pronunciada. Nos tomaremos el tiempo que requiramos para llegar. Justo en ese tramo, si miras a tu izquierda verás unas piedras colocadas de manera poco natural. Forman parte de una muralla. Aquí había un asentamiento Íbero y si prestas atención al suelo, podrás encontrar pequeños trozos de vasijas decorados. No nos vamos a poner a escarbar, no se debe.  Alteraríamos los restos, pero aun así, hay muchos en la superficie. Si encuentras uno, sería un bonito recuerdo de esta ruta.

Estamos a un punto de llegar. Solo nos faltan unos 20 metros, se hacen duros y las piernas se pueden resentir, pero cuando llegues a la piedra donde quiero que te pongas, se te olvidará este duro trayecto.

Después de 4 kilómetros intensos por fin estamos en la cima y podemos divisar las espectaculares vistas que te había prometido.

Abre los brazos y llena los pulmones de aire fresco y limpio. Grita si lo necesitas. Y siéntate en la piedra para poder disfrutar de lo que esta zona te ofrece. Desde este lugar se ve la laguna. Es bastante más grande vista desde las alturas. Se observa el merendero de la Olla, se puede apreciar el barranco del río Rojo y si echamos la vista más lejos, veremos La plaza de toros. Al fondo, se alzan varias colinas llamadas Castellar de Polán y reinando sobre ellas, el pico más alto de esta zona: el pico Ranera con 1432m. Sus vistas son asombrosas. Te dejo una foto para que las puedas ver. Otro día te llevo allí.

Después de comer empezaremos nuestro descenso por el mismo camino. Hay que tener cuidado al bajar porque nos podemos resbalar debido a la piedras sueltas del camino. Al llegar a la laguna, la bordearemos. Veremos los restos de un antiguo molino y la vieja estructura de riego de los campos aledaños. Pasaremos por la pequeña caseta  de observación de aves y volveremos por el camino que nos ha traído hasta aquí.

Este es el final de la ruta. Estoy segura que no será la primera ni la última que hagas, porque,  puedo asegurarte que cuando cojas el coche y vuelvas a casa, desearás volver para conocer más rincones de la serranía baja conquense.

Rosa María Palomares

lunes, 25 de marzo de 2019



Ruta cervantina por el valle de Alcudia y Sierra MadRona



Vamos a realizar un viaje literario por una ruta en un parque natural lleno de historia y naturaleza. Lugar único, una de las mayores reservas ganaderas del mundo pletórico de historia y vida. Empezaremos nuestra historia en Brazatortas, donde tomaremos el Camino Real que unía Madrid con Sevilla dirección al Valle de Alcudia y siguiendo a Astrana Marín, recorreremos los lugares que aparecen en las obras de Miguel de Cervantes .




Lugares de inspiración


 Nos dirigiremos al puerto de Tres Ventas donde se encuentra la fuente de La Pizarra, bello lugar donde descansar rodeado de naturaleza. Esta fuente aparece citada en la Novela Ejemplar La Ilustre Fregona, cuando dice que Avendaño y Carriazo salieron de Valladolid “a ver la fuente de Argales, famosa por su antigüedad y sus aguas, a despecho del Caño Dorado y de la Reverenda Priora, con paz sea dicho de Leganitos y de la extremadísima fuente Castellana, con cuya competencia puede callar Corpa y La Pizarra de La Mancha”.


Continuaremos el camino.
Cervantes como conocedor de esta ruta por sus trabajos en Andalucía, no solamente menciona en la novela anterior algún lugar de nuestro recorrido, sino que Rinconete y Cortadillo comienza de la siguiente manera: “En la venta del Molinillo, que esta en los campos de Alcudia, como vamos de Castilla a la Andalucía…” Y sitúa “a media legua más adelante” a la Venta del Alcalde. Las casas de ambas ventas existen actualmente conociéndose con el nombre de Divina Pastora e Inés. Nos encontramos en una auténtica dehesa de encinas y alcornocales plagadas de animales tanto domésticos como salvajes desde jabalíes a grullas en su paso a otras tierras.

Venta del Alcalde

Continuando el camino llegamos a la venta del Alcalde. En ella se descansaba después de tres días de jornada y se terminaba el día antes de adentrarse en Sierra Morena. Astrana Marín la señala como la famosa venta del manteo de Sancho, al volverse de este para Sierra Morena por la distancia “la villa de Almodóvar… a ocho leguas” y por ser la mejor del camino real . Esta venta se puede visitar porque allí reside su anciano propietario con su hija minusválida.

También en esta parada de descanso, Cervantes conocería los bellos lugares de los alrededores. Así los capítulos XI, XII, XIII y XIV de la primera parte los sitúa en la Fuente del Alcornoque. El paisaje de la fuente y las inmediaciones se hallan descritos certeramente como se puede comprobar. Comienzan estos capítulos cuando don Quijote y Sancho Panza son recogidos por unos cabreros, invitándoles a cenar carne y de postre bellotas y tomando algunas nuestro personaje sobre la mano, pronuncia su discurso sobre la Edad de Oro. Luego llega un mozo de la aldea (que sería Brazatortas) contando la muerte de Grisóstomo a causa de los amores de Marcela. “Y es lo bueno que mandó en su testamento que le enterrasen en el campo (…), y sea al pie de la peña donde está la fuente del alcornoque porque (…) es a donde él la vio la vez primera” (Quijote I, XII).

Al día siguiente se realiza el entierro, cavan el agujero de la sepultura en la fuente en el lugar indicado por Ambrosio, amigo de Grisóstomo. Después escuchan la canción desesperada de Marcela en lo alto de la roca donde, ahora, empieza a correr el agua formando un pequeño baño. Tras el entierro todos se despiden y “los caminantes le rogaron se viniese con ellos a Sevilla… y dijo que por entonces no quería ni debía ir a Sevilla, hasta que hubiera despojado todas aquellas tierras de ladrones malandrines”. Eran famosos los ladrones y bandoleros de este camino real al ‘paso por Sierra Morena.

Venta Texada

Continuamos nuestro itinerario saltando el puerto, repleto de vegetación mediterránea y animales de caza mayor, y llegamos a “Venta Texada”, en el siguiente valle, el valle de El Escorial. Esta venta no está mencionada en El Quijote, sino en La ilustre Fregona. En el capítulo XLII un mozo de mulas que iba desde Sevilla a Madrid, le dice al compañero que hacía el camino de vuelta: “Y esta noche no vaya a posar donde sueles, sino en la Posada del Sevillano, porque verás en ella la más hermosa fregona que se sabe: Marinilla, la de Venta Tejada, es asco en su comparación”.
Cerca de esta venta se encuentra el valle conocido actualmente como Navaestacas, donde Miguel de Cervantes desarrolla el capítulo XV de esta primera parte “donde cuenta la desgraciada aventura que se topó don Quijote con unos desalmados yangüeses”. El sitio nos se nos revela hasta el comienzo del capítulo XVII “y con el mesmo tono de voz con que el día antes había llamado a su escudero, cuando estaba tendido en el val de las estacas”, cuando don Quijote ya ha vuelto a la venta. Otro punto más a favor de la venta del Alcalde.

 Arroyo de los Batanes

 Aquí en la venta se abría un camino por Fuencaliente dirección Andújar y Jaén, el cual tomaremos para llegar al arroyo de los Batanes, camino que pudo seguir don Quijote “cuando llegó a sus oídos un grande ruido de agua, como que de algunos grandes y levantados riscos se despeñaba” (Don Quijote I, XX) y a la mañana siguiente “dieran en un pradillos que al pie de unas altas peñas se hacía, de la cuales se precipitaba un grandísimo golpe de agua”. Visitada la zona, la Chorrera de los Batanes y leyendo este capítulo, parece escrito por alguien que conoce bien este lugar.

Al lado de esta cascada se encuentran las pinturas rupestres de La Batanera y Peña Escrita. Lugar escogido por Cervantes para la penitencia de don Quijote, situada aproximada y curiosamente a ocho lenguas de Almodóvar del Campo como se señala en la obra. En este lugar a imitación de Amadís de Gaula cuando, llamándose Beltenebros, se alojó en la Peña Pobre. Él se hace llamar el Caballero de la Triste Figura y lo puede hacer en Peña Escrita.


 El lugar lo describe así: “Llegados… al pie de una alta montaña, que casi como un peñón tajado estaba sola entre otras muchas que la rodeaban. Corría por su falda un manso arroyuelo, y haciéndose por toda su redondez un prado tan verde y vicioso, que daba contento a los ojos que la miraban. Había por allí muchos árboles silvestres y algunas plantas y flores que hacían del lugar apacible” Otra cita más más que Cervantes conocía las pinturas rupestres de Fuencaliente puede ser la exclamación de don Quijote en este lugar. ¡Oh vosotros, quienquiera que seáis, rústicos dioses que en este inhabitable lugar tenéis vuestra morada, oíd las quejas deste desdichado amante…”” (Cap. XXIV)! Pudiese dirigirse a los rústicos y primitivos grafismos realizados en la roca.

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 Y podremos terminar nuestra ruta con un buen baño, si hace buen tiempo, en los toboganes naturales conocidos como Las Lastras y una buena comida en cualquiera de los restaurantes de la zona.

Clemente Toledano







RUTA:   GARGANTA DE LAS LANCHAS  

Situado en el municipio toledano de Robledo del Mazo en la localidad de Las Hunfrías constituye un preciado refugio de la flora de otros momentos climáticos al reproducirse parcialmente en este canuto serrano las condiciones climáticas que han permitido la supervivencia de especies propias de otros periodos como por ejemplo el loro (prunus lusitánica l.). Fue declarada microrreserva en 2003 así como lugar de importancia comunitaria.

La mayor parte del recorrido se hace a través de un encantador  rebollar y conforme se asciende hasta la cumbre del Atalayón a casi 1300M contemplamos preciosas cascadas formadas por el arroyo de las Lanchas en su camino hacia el río Gévalo.

Recorrido: 1.- Desde el pueblo de Horcajo de los Montes tomamos la carretera hacia Anchuras pero bastante antes de llegar a esta localidad nos desviamos a la derecha hacia el pueblo de Robledo del Buey  desde el cual enfilamos la carretera que nos llevará hasta Las Hunfrías  en donde  aparcaremos junto al cementerio.
 
2.- A pie iniciamos el recorrido de unos 2.5kM a través de una pista hasta la entrada a la garganta en la que encontramos una caseta de madera y unas explicaciones acerca de la microrreserva. Aquí comienza nuestro camino a través de la reserva y bien señalizado pudiendo llegar hasta lo alto del pico Atalayón para disfrutar de las espectaculares vistas de la zona. La vuelta la hacemos por el mismo sendero. 












Mapas: estamos dentro de la hoja 682 del mapa topográfico nacional  e: 1/50.000 (hoja del servicio geográfico del ejército: 15-27) y aconsejable ir a las páginas  del instituto geográfico nacional y del SIGPAC.

martes, 19 de marzo de 2019




ITINERARIO:    
SUBIDA AL  PICO  PEÑAFIEL  O  DE  LA  CAMPANA




Situado en el municipio toledano de San Pablo de los Montes y con sus 1419m es una de las alturas mayores de los montes de Toledo y último reducto de la cabra montés en nuestra comarca hasta su extinción definitiva por caza en el siglo XVIII
Se encuentra entre los puertos del lanchar y del milagro constituyendo el final oriental de la sierra de San Pablo interrumpida por la fractura del milagro para dar paso a las sierras del Castañar-Yébenes hacia el este.

Una vez arriba, tendremos una de las mejores panorámicas de la zona: tramo del Bullaque con el pantano de la torre de Abraham, sierras del Pocito y del Chorito, macizo del Rocigalgo, llanada Retuerta-Yébenes y contacto con la llanura manchega…

Recorrido: 1.- desde el pueblo de San Pablo tomamos la carretera a la localidad de El Avellanar y tras unos cinco km aparcamos en la explanada al pie de la carretera a casi 1070m de altitud.

2.- Desde el Molinillo salimos dirección retuerta y a unos 5 km tomamos la carretera a San Pablo y a unos 3km atravesamos las poblaciones de El Avellanar. Continuamos ascendiendo en medio de bosquetes de roble y llegamos a la explanada del collado de las lanchas antes mencionada.

Itinerario del circuito a pie: puerto del Lanchar-Collado de la Cela-pico Peñafiel-alto de Cerecera-puerto del Lanchar. En total recorreremos unos 6.5 km en unas 4 horas y con un desnivel de unos 330m,  por tanto, fácil.

Mapas: estamos dentro de la hoja 684 del mapa topográfico nacional  e: 1/50.000 (hoja del servicio geográfico del ejército: 17-27) y aconsejable ir a las páginas  del instituto geográfico nacional y del SIGPAC.


Juan Manuel Otero

lunes, 18 de marzo de 2019


“Y entraron en El Toboso”,


“Y entraron en El Toboso”, capítulo IX de la segunda parte de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Esta inscripción, junto con muchas otras, se encuentra en la plaza Mayor de El Toboso un gran y bonito pueblo con tres iglesias y alrededor de 1800 habitantes.

Y partimos de la plaza, para hacer una pequeña ruta por el pueblo. Aquí podemos visualizar otra frase con letras mayúsculas: "Con la iglesia hemos topado, Sancho” y así es, frente a dicha inscripción vemos la iglesia principal, la gran torre que se narra en el libro, una antigua reliquia que el pueblo guarda con orgullo.

Seguimos caminando y podemos parar a contemplar en el centro cervantino un tesoro: el libro de El Quijote más grande del mundo registrado hasta el momento.

Continuando puede ser que se nos haya abierto el apetito, así que podemos parar a hacer una visita a las monjas de Santa Clara, las cuales venden unos dulces exquisitos. Pero vaya, que estos dulces pueden ser el postre después de haber catado los excelentes quesos manchegos bañados con sus afamados caldos: el vino tinto que tantas veces se nombra en la obra, concretamente cuarenta y tres.

Para finalizar el largo camino de nuestro amigo don Quijote y Sancho, llegamos a la casa Museo de doña Ana, conocida como Dulcinea del Toboso, como nos dice la última inscripción “en una callejuela sin salida”. Y ¿qué tiene que ver esto con don Quijote? No tiene más misterio que, simplemente, era el lugar del que procedía la amada de nuestro loco y universal caballero don Quijote de la Mancha.

Invito desde mi corazón a que todos los que os haya picado la curiosidad este legendario lugar con tanta historia literaria, vayáis a verlo con vuestros propios ojos. Estamos seguros de que os recibirán con los brazos abiertos.



María Honrado Hornero, 3ºA
Olga García-Casarrubios, profesora de Lengua castellana y Literatura


 https://www.spain.info/es/que-quieres/ciudades-pueblos/otros-destinos/el_toboso.html


CONOCE ALMAGRO

Almagro es sin duda uno de los pueblos más bonitos de España, con un encanto especial inspirado en época medieval.
Espectacular por su sencillez es su plaza Mayor, rodeada por una galería doble acristalada hoy en día pintada de verde y unos soportales con sobrias columnas toscanas de piedra. También se encuentra en esta Plaza  el Ayuntamiento, sobrio y altivo,  presidiendo dicha plaza, el Corral de Comedias, la antigua iglesia de Bartolomé, el palacio Maestral, la iglesia madre de Dios o el convento de San Agustín de Calatrava.
Sin lugar a dudas Almagro es un pueblo digno de visitar disfrutando el paseo por sus calles encaladas y sus puertas con blasones, e incluso degustando sus famosísimas berenjenas.
Y después de haber recorrido el pueblo ¿puedes ver algo más que sea digno de mención?
Por supuesto que sí: su universalmente conocido Festival de Almagro.
Durante el mes de julio, Almagro se convierte en la capital de la cultura. El Corral de Comedias se vuelve escenario sin igual de diversos espectáculos de los Siglos de Oro. Además de los dos teatros que posee, se habilitan otros escenarios (hasta seis, además de otros espacios para exposiciones y talleres) y a las 11’00 en punto ¡todos al teatro! La plaza casi se queda vacía y el pueblo, con sus miles de visitantes, se sumergen en mundos trágicos o cómicos, pero todos con la magia indiscutible del teatro.
Sin duda os invito a conocer a Almagro y sus calles y, por supuesto, a que conozcáis el Festival ya que puede ser una experiencia única. Será uno de los mejores días de vuestra vida



Raúl Joaquín Cejuela, 2ºB
Olga Garía-Casarrubios, profesora de Lengua castellana y Literatura