lunes, 21 de mayo de 2018

GRANDES MUJERES…GRANDES HOMBRES….GRANDES PERSONAS


Al empezar  a escribir este artículo no puedo evitar pensar en dos nombres: Hypatia de Alejandría y Marie Curie. ¿Por qué? Quizá porque son mujeres relevantes en el ámbito de la ciencia que vivieron en épocas difíciles para quienes querían dedicarse a la ciencia y no eran hombres, pero creo que más bien es por su labor, por su personalidad, carácter e ímpetu lo que me lleva a recordarlas y tenerlas muy presentes cuando hablo de científicas importantes. Como ellas hay muchas otras pero hoy rendiremos homenaje a ellas dos. 

HYPATIA DE ALEJANDRÍA.

A Hypatia de Alejandría algunas referencias literarias la sitúan en el año 370 como una mujer de gran belleza que rechazó casarse para poder dedicarse a cultivar su mente. Su padre, Teón de Alejandría, filósofo y matemático, fue el director de la Biblioteca de Alejandría y siempre vigiló muy de cerca su educación. Estudió filosofía, astronomía, matemáticas, física y lógica, además todos los días realizaba una rutina de ejercicios físicos que le permitían mantener su cuerpo y mente en forma. Esa mente incansable por querer demostrar al mundo, entre otras cosas, que la Tierra giraba en torno al Sol (Heliocentrismo) y no al contrario (Geocentrismo). Además Hypatia contribuyó en la invención del astrolabio y el aerómetro. Su labor como maestra en la biblioteca de Alejandría fue muy importante, acudían intelectuales de distintos partes del mundo a su escuela. Las clases eran diálogos en los que ella discutía con los alumnos sobre filosofía, matemáticas, astronomía, ética y religión. Todo esto contrastaba con la gran mayoría de mujeres de su época  que sólo se ocupaban de las "tareas femeninas", lo normal es que las mujeres no tuvieran acceso ni al conocimiento ni a la educación, eso era tarea de otros. Sin embargo, fueron muchas las contribuciones de Hypatia a la ciencia, aunque sería el Almagesto la más importante. El Almagesto fue el primer tratado matemático que dio una explicación completa, detallada y cuantitativa de todos los movimientos celestes. El estudio de Teón, su padre, de la obra de Ptolomeo que se recoge en los trece libros de Comentarios del Almagesto permite deducir a través del comentario que éste realiza Comentario de Teón de Alejandría al tercer libro del Sistema Matemático de Tolomeo. Edición controlada por la filósofa Hipatia, mi hija”. A partir de esto podemos deducir que Hypatia contribuyó al Almagesto y que ambos, padre e hija, trabajaron juntos y es que su padre veía a su hija pero también veía las capacidades que ella tenía, como mente privilegiada y la ayudó en ese mundo que no le “tocaba” vivir. Pero no todos la veían igual. Los políticos de la época que veían que tenía sus propias ideas la tacharon de bruja y calumniadora. Hypatia era pagana y en aquella época ser pagana, mujer y tener pensamientos propios, que podían ir incluso en contra de lo que decían políticos y las vertientes cristianas, podía costarte la vida. Y así fue. Hypatia murió brutalmente asesinada por un grupo de fanáticos cristianos en marzo del año 415, apedreada, e incluso le arrancaron la piel a tiras, la descuartizaron y exhibieron sus restos por toda la ciudad como señal de triunfo y quizá para avisar al resto de sus contemporáneas de lo que se debía y lo que no se debía hacer. Así de triste fue su final, pero aún hoy y por siempre será recordada por su legado y eso es algo que aquellos que acabaron con su vida no pudieron imaginar ni en sus mejores pensamientos.
Video sobre la vida de Hypatia.

MARIE CURIE.

Vayamos ahora con otra gran mujer, Marie Curie (1867-1934), nació en Varsovia (Polonia). Su verdadero nombre Maria Salomea Sklodowska se modificó al casarse con el científico francés Pierre Curie adoptando tanto la nacionalidad francesa como el apellido de su marido, pasando a ser Marie Sklodowska-Curie. Sus padres eran profesores de matemáticas y física. Ella era la pequeña de cinco hijos. Fue a la escuela de niñas y se graduó en 1883 con medalla de oro. Después se matriculó en una institución de educación superior donde si admitían mujeres. A pesar de haber transcurrido 1400 años desde la época de Hypatia, la situación de las mujeres en relación a ocuparse de las “tareas femeninas” seguía igual aunque ya se podían encontrar algunas instituciones en los que se admitía a mujeres que deseasen estudiar. Estudió en la universidad de la Soborna francesa, donde se matriculó en un curso de ciencias y fue la número uno de su curso en Física. Como veis toda una eminencia. Su padre, al igual que el padre de Hypatia, también la apoyó en todo momento para que se formara académicamente. En 1894 conoció al que sería su marido, el brillante físico francés, Pierre Curie. Al matrimonio Curie se les conoce por sus estudios e investigaciones sobre la radiactividad y en 1898 anunciaron el descubrimiento de dos nuevos elementos radiactivos: Polonio (Marie le puso ese nombre en honor a su país natal) y Radio. En 1903 compartió premio Nobel de Física con su marido y con Becquerel (quién descubrió la radiactividad). En realidad la academia no quería reconocer el trabajo de Marie, pero su marido se negó a recibir el galardón si no se reconocía el trabajo de ella. En 1911 fue premiada en solitario con el Nobel de Química por el descubrimiento del Polonio. Fue la primera mujer en obtener un premio Nobel e incluso es la única mujer que ha recibido dos premios Nobel en diferentes categorías (en realidad sólo hay cuatro personas que han recibido dos premios Nobel). 

Matrimonio Curie en su laboratorio.
El matrimonio tuvo dos hijas y una de ellas también fue galardonada con el premio Nobel de Química en 1935. Finalmente Pierre murió en 1906, atropellado por un carruaje de caballos al cruzar la calle y Marie quedó sola con sus dos hijas, pero no se rindió. En 1926 se trasladaron a Estados Unidos donde continuó investigando. Marie Curie sufrió anemia perniciosa causada por las largas exposiciones a la radiación. Falleció en 1934. Ella era consciente de que la radiación le iba a costar la vida pero aun así continuó su investigación hasta el final de sus días. 

Hypatia de Alejandría.
Marie Curie.
Esta es la historia de estas dos grandes mujeres que dedicaron su vida a la ciencia y que dieron su vida por ella movidas por su curiosidad insaciable pero ambas tenían algo en común ¿qué es lo que tuvieron en común?, aparte de ser mujeres, pensad en quienes estaban junto a ellas. Estaban hombres, grandes hombres, en el caso de Hypatia, su padre Teón de Alejandría, en el caso de Marie Curie, su padre y luego su marido Pierre Curie, y quizá ellas pudieron dedicarse a lo que se dedicaron porque ellos no las veían como mujeres sino simplemente como mentes privilegiadas, eran todos iguales, personas movidas por algo en común, su curiosidad, su afán por explicar el por qué de las cosas…y en aquellos tiempos tan difíciles para las mujeres ya había grandes mentes que pensaban que todos somos iguales, y es que el saber no entiende de discriminación por motivos de sexo, raza…todos somos simplemente personas, en nuestro caso, personas que amamos la ciencia.


                                                                                                                                                                                                                                                                             Ana Mª Nieto Ruiz
                                                          Profesora de Física Y Química
                                                                     IES Ribera del Bullaque

domingo, 20 de mayo de 2018

ENTREVISTA A LOS ALUMNOS DE 2º ESO A/B NO BILINGÜE


El día 8 de marzo de 2018 se celebró el día internacional de la mujer. Desde el área de matemáticas nos quisimos unir a dicha celebración realizando una divertida actividad sobre mujeres matemáticas cuyos trabajos matemáticos no fueron reconocidos en su tiempo. Voy a entrevistar a los alumnos que hicieron esta actividad para conocer su opinión.


¿Qué actividad hicimos en el aula de matemáticas para celebrar el “día internacional de la mujer”?


Hicimos unos puzles por parejas con las caras de unas mujeres que fueron matemáticas. La profesora nos repartió un folio donde teníamos que pegar las piezas. Al principio sólo teníamos 3 piezas y detrás de cada una de ellas había un sistema de ecuaciones que teníamos que resolver. Una vez resuelto buscamos la solución en la hoja donde había que pegar las piezas.



¿Te pareció difícil la actividad? ¿La acabasteis?

 Era fácil. Casi todos pudimos acabar el puzle con la cara de la mujer. Los sistemas de ecuaciones no acabamos los tres últimos, algunos. Pero como la cara se podía hacer sin resolver los sistemas el puzle lo acabamos todos.

¿Te gustaría volver a hacer alguna actividad parecida?

 Si. Porque trabajamos por parejas y podemos ayudarnos a hacer las cuentas. Además podemos hablar y pasamos un rato divertido. También nos gustan los puzles.

¿Cuántas mujeres fueron representadas?

Seis mujeres: Sofía Kovalevskaya, Sophie Germain, Hipatia, María Gaetana Agnesí, Madame Du Chatele y Ada Lovelace. Cuando acabamos los puzles los pusimos en la pared de la clase.



¿Crees que las mujeres son buenas en matemáticas?

 Son iguales que los hombres, ni mejores ni peores.

¿Por qué crees que hay menos mujeres matemáticas conocidas en la historia?

 Porque antes, la sociedad era machista y las mujeres estaban sometidos y no tenían derecho.

De todas las frases que dicen las mujeres, ¿Con cuál te quedas? ¿Por qué?

Con “Defiende tu derecho a pensar, porque pensar de manera errónea es incluso mejor que no pensar”.
Porque aunque te equivoques con lo que piensas, es mejor que no pensar nada. Si te equivocas puedes cambiar y pensar de otro modo pero, si no piensas no haces nada.


En el siguiente vídeo puedes ver cómo vivieron estás mujeres a las que les gustaban las matemáticas y que lucharon por poder estudiarlas y trabajar con ellas. 


miércoles, 16 de mayo de 2018

ESOS PEQUEÑOS INVENTOS QUE NOS FACILITAN LA VIDA EN LA OFICINA


Bette Nesmith Graham

Típex, ¿quién tiene típex?; esta frase es pronunciada por nuestro alumnado varias veces a lo largo de una clase. Pero quién inventó ese líquido blanco que es de tanta utilidad para corregir nuestros escritos.

Fue la estadounidense Bette Nesmith Graham, nacida el 23 de marzo de 1924 en Dallas (Texas). Su nombre original era Bette Clair McMurray. Bette trabajaba como secretaria ejecutiva en el Texas Bank & Trust. Era una persona observadora y le molestaba la cantidad de papel que se desechaba sin necesidad por los pequeños errores que día a día se producían al escribir con las nuevas máquinas de IBM; en las máquinas antiguas podías borrar las equivocaciones con una goma, pero las nuevas IBM tenían cintas hechas con una tira de carbono que hacían imposible el cambio, eso quería decir que si te equivocabas, tenías que empezar todo de nuevo.

Bette se propuso encontrar un sistema que corrigiera solo la parte errónea del texto sin tener que empezarlo de nuevo. Ella, aficionada a las actividades artísticas se planteó un simple razonamiento: si los artistas eran capaces de corregir sus errores cuando estaban pintando sin tener que desechar el lienzo, ¿por qué no se iba a poder hacer lo mismo en mecanografía? Esta relación de ideas fue la clave que condujo a Bette a crear el Mistake Out (“error fuera”) posteriormente conocido como Liquid Paper. El producto, creado a base de témperas y agua en su propia cocina con una batidora.
  
Imágenes de Liquid Paper y
www.simplyfantasticbooks.com
Este producto, le acompañaba cada día en su trabajo, cada vez que cometía un error con la máquina de escribir, pasaba el líquido por encima del mismo con un pincel y rápidamente se secaba, pudiendo escribir sobre éste poco después. Sus compañeros de oficina pronto se dieron cuenta de la eficacia del producto y no tardaron en pedírselo. 

Ella comenzó a suministrarles pequeñas botellas etiquetadas como Mistake Out y pronto se extendió a todo el edificio. La demanda de botellitas por parte de sus compañeros y amistades provocó que su propia cocina se convirtiese en un auténtico laboratorio improvisado. 

En este contexto de creciente demanda empezó la Mistake Out Company (1956) desde su casa en el norte de Dallas. Sin embargo, las botellas que fabrica con las colaboración de su hijo y los amigos de éste únicamente le reportaban algo de dinero extra.

Bette fue despedida de su trabajo y dedicó todos sus esfuerzos a hacer triunfar su idea. Convenció a un distribuidor de artículos de oficina, colaboró con un profesor de química de la localidad para mejorar el producto, le cambió el nombre y lo patentó. Así nació “Liquid Paper”. La primera compañía que les encargó un pedido de 400 botellas fue General Electric. 

Bette también se distinguió por sus valores feministas y filantrópicos a través de la creación de instituciones sin ánimo de lucro. En 1976, promovió la Fundación Bette Clair McMurray (1976), con sede en Los Ángeles (California) y dedicada al apoyo a mujeres maduras mediante servicios de consultoría profesional, becas y financiación de estudios. En 1978, estableció en Dallas la Fundación Ghion para el fomento del emprendimiento femenino y de la creatividad artística de las mujeres. Para finalizar os diré que Bette es la madre de Michael Nesmith, que sería uno de los integrantes del grupo musical The Monkees 

Erna Schneider Hoover

Recientemente hemos podido ver en la televisión la serie “Las chicas del cable”, un grupo de operadoras telefónicas de una centralita telefónica. Las antiguas centralitas eran manuales y necesitaban de operadores que conmutasen las llamadas. Actualmente las centralitas son automáticas, pero ¿quién fue la artífice de este invento?

Erna Schneider Hoover nació el 19 de junio de 1926 en Irvington (Nueva Jersey), matemática e informática estadounidense, fue la inventora de la digitalización de la conmutación telefónica. En 1954, Erna Hoover ingresaba en “Bell Telephone Laboratories, Inc., conocida como “Bell Labs”, en Holmdel (Nueva Jersey) como técnica superior adjunta. Bell Labs estaba investigando cómo dar el salto de los sistemas de conmutación telefónica puramente electromecánicos hacia los electrónicos.

Imágenes de http://historico.oepm.es
Gracias a sus conocimientos en lógica simbólica y en teoría de realimentación, Erna programó mediante un algoritmo los dispositivos de control de una central telefónica de manera que pudieran usarse los datos de las llamadas entrantes para imponer orden a todo el sistema. Diseñó una computadora para que monitorizara los procesos relacionados con la entrada y salida, dándolos prioridad en lugar de otros menos importantes como el mantenimiento de registros o la facturación. De este modo, el ordenador de la central podía ajustar automáticamente en tiempo real la tasa de frecuencia de aceptación de llamadas, no solo se impedía el colapso de las redes en los momentos de altos picos de tráfico, sino que asimismo se estaba poniendo la base de que hoy podamos mandar miles de millones de correos electrónicos al día. En 1965, con la denominación de “Number One Electronic Switching System” (1ESS), el invento de Erna fue presentado por Bell Labs como el proyecto más ambicioso de su historia.

Después de 32 años en Bell Lab, Erna se jubiló dedicándose desde entonces a difundir la importancia de la educación en todos sus niveles, denunciado la escasez de mujeres científicas entre el profesorado.

Margaret Ellen Knight

Para finalizar hablaremos de Margaret Ellen Knight (1838-1914), fue una gran inventora estadounidense. Entre sus muchos inventos, y debido a la relación que tiene con la materia que imparto, os hablaré de la bolsa de papel. Aunque la bolsa de papel y la máquina para fabricarla habían sido patentadas en 1852 por el estadounidense Francis Wolle, Margaret creó una máquina para mecanizar todo el proceso de fabricación; corte, doblado y pegado. De esta manera, las bolsas adquirían mayor amplitud, mejor usabilidad y un fondo cuadrangular con el que podían mantenerse erguidas y aguantar más carga sin romperse. Nacía, por tanto, la bolsa de papel que enseguida acabó convirtiéndose en el estandarizado envoltorio empleado por infinidad de comercios estadounidenses, acompañante de las compras cotidianas o del consumo de comida rápida, pero también reutilizado para guardar y llevar casi cualquier objeto de manera cómoda y despercibida. 

y www.mujeresconciencia.com

En 1870, constituyó la empresa "Eastern Paper Bag Company" a fin de dar una explotación industrial a su invento y fabricar las nuevas bolsas de papel. El éxito de las bolsas no tardó en llegar siendo adquiridas por grandes almacenes neoyorquinos como "RH Macy & Co" o "Lord & Taylor", cuyos empleados podían acomodar de forma rápida en los nuevos recipientes las mercancías de la clientela sin tener que gastar tiempo en hacer paquetes y atarlos, lo que se traducía en un aumento del volumen de compras y en una mayor satisfacción de los consumidores.

domingo, 13 de mayo de 2018

UN EJEMPLO DE CONSTANCIA Y RIGOR: MARÍA MOLINER



Aunque el nombre de María Moliner nos suene más en el mundo de las Letras, la labor de esta sencilla mujer es tremendamente útil en cualquier rama pues sirve para todo aquel que quiera escribir o hablar con corrección. Es la autora, única autora, de una obra inmensa, el Diccionario de Uso del español, de obligada consulta cuando se quiere ser correcto. Sin pretender comparar en importancia con el Diccionario de la RAE, por cierto, elaborado por un equipo de especialistas que trabajan y son remunerados por ello, el de María Moliner está considerado por muchos el que más se ha consultado en nuestra lengua.

Una vez presentada la importancia de esta obra monumental, hay que decir que fue un proyecto que surgió de forma tardía, cuando contaba con cincuenta y un años, y fruto de la desilusión de no poder trabajar más en lo que a ella le gustaba y en lo que ya había dedicado  tiempo, esfuerzo e ilusión: en el mundo de las Bibliotecas. En este sentido publicó dos obras importantísimas hasta el punto de que una de ellas sigue siendo considerada hoy en día el mejor Plan de Bibliotecas de España.

Pero en los años de posguerra  ella y su marido fueron expedientados y expulsados de sus respectivos trabajos. Sí es cierto que consiguió una nueva ocupación en otra Biblioteca, pero bajando muchos escalafones y siendo, esta vez, un trabajo más rutinario. Comprendió y asumió que ya no podría aportar nada en ese campo y comenzó un nuevo proyecto.

Hasta aquí una rapidísima trayectoria de nuestra protagonista para mostrar la valía y los dos grandes logros visibles (debiéramos hablar de un tercer éxito, pero eso lo dejaremos para otra ocasión) de esta persona trabajadora, constante, minuciosa y culta y todo ello dentro de un mundo dominado por los hombres. A partir de ahora intentaremos explicar la importancia de esos adjetivos y por qué, siendo mujer, tuvieron un valor especial.

Parece ser que un día María Moliner manejó un diccionario de uso en inglés y en su afán por aportar y contribuir –siempre se caracterizó por su regeneracionismo-, decidió hacer algo similar. Se puso manos a la obra pensando que en dos “añitos” lo tendría terminado, pero su continua labor de depuración más el hecho de ser consciente de que su humilde proyecto comenzaba a adquirir otras dimensiones mucho más ambiciosas, desembocaron en un diccionario de 80.000 entradas (dos tomos de casi 3.000 páginas) publicado en 1967 y en el que, finalmente, se invirtieron dieciséis años de trabajo.

García Márquez describe ese proceso poniendo énfasis en su labor de “hormiguita” y en su lado humano. Lo que empezó siendo una recopilación de fichas, por supuesto manuales o con su máquina de escribir, a lo que dedicaba una o dos horas o el hueco que encontraba entre su labor de bibliotecaria y el de madre de cuatro hijos, fue aumentando en tiempo progresivamente hasta suponer ocho, nueve o las que se precisaran. Su obsesión por el rigor le hacía revisar, corregir y completar continuamente lo ya escrito de modo que, si no fuera porque había firmado un contrato y debía entregar lo que tuviera, quizá no lo habría terminado nunca.

Fue la primera mujer en ocupar importantísimos puestos dentro  del ámbito de las bibliotecas pero no logró ser la primera académica, fracaso que ella vivió con gran pesar. Muchas son las voces que denuncian la injusticia que fue en su momento –sin quitarle mérito a quien entró en su lugar- y muchos son los convencidos de que el único problema fue el hecho de ser mujer.

El tesón de esta mujer ha sido resaltado por muchos biógrafos y por quien la conocía de primera mano, su hija, quien además destaca la seguridad que siempre demostraba en todo lo que hacía. Su rigurosidad fue alabada por filólogos de primera línea como Dámaso Alonso y su valía como mujer de gran coraje por un escritor tan humano como García Márquez.

Nosotros, en este humilde homenaje, no nos queda sino invitar a echar un vistazo a su Diccionario y comprobar de primera mano el mérito tan enorme que supone ser la autora de una magna obra tan útil y tan seria.


PARTICULARIDADES POR EL HECHO DE SER MUJER

Se puede pensar que a María Moliner no le gustaría que resaltáramos  el hecho de que era una mujer, sino que posiblemente se sentiría satisfecha si dijéramos que era una persona tremendamente trabajadora, culta y con mucha fuerza para  transmitir. Y ahí nos podíamos quedar sino fuera porque sí que influyó en ocasiones su condición femenina y de todas ellas vamos a destacar dos.
La primera, por el hecho de que no decidirá embarcarse en la empresa del diccionario hasta que el cuidado de los hijos se lo permitió, porque evidentemente, esa responsabilidad fue asumida con total normalidad. No pretendemos debatir sobre la obligatoriedad de las madres a asumir ciertas tareas, sino tan solo destacar que en su caso sí fue decisivo en cuanto al tiempo que le podía dedicar a su proyecto lingüístico.
El segundo momento cuando, como hemos comentado, fue rechazada en la Real Academia, lo que le dolió de forma  espacial. Ella creyó firmemente que era merecedora, como también lo creyeron otras personas de altura filológica, pero no lo logró y estaba plenamente convencida de que el único problema fue ese, ser mujer.
Nuestradmiración a esa PERSONA trabajadora, rigurosa y tenaz que no consiguió el debido reconocimiento por el hecho de ser mujer.

Olga García-Casarrubios Martín